Si, no sabes quien es Michell, seria mejor que no leyeras lo siguiente, si sos como Mary, bueno sabrán que es la pequeña continuación de la historia que no termino todavía de relatar.
¿Y como fue? me pregunta mi inconscienteUn día normal, caminando por la misma grisácea acera como todos los días después de discutir mas que solo palabras con mi padre, pensando en la forma de librar a mi madre a y mis hermanas de todo ese sufrimiento que conlleva el simple hecho de estar cerca de él.
Veo también al caminar, a toda esa gente en cierta forma desalineada corriendo desesperadamente para que no lleguen tarde a su trabajo, asimismo paso nuevamente enfrente de ese tipo que simula ser una estatua para ganar unas monedas, al otro lado del asfalto se ve la aglomeración de esas camionetas familiares del año que se detienen enfrente de ese colegio solo para personas que se lo pueden costear; afortunadamente no soy de esas personas.
Después de mi recorrido de mas de media hora, llego a mi destino.Una simple escuela de gobierno, nunca supe porque el desprecio hacia esta escuela, podria ser el hecho de que los maestros se fugan de los salones para tener encuentros cercanos con otros profesores o posiblemente el hecho de que hay mas ratas que alumnos en todo el plantel.
Aun así, le tengo cierto cariño a este edificio si se le pudiese llamar edificio puesto que me aleja de todos los problemas de mi hogar, en lo principal esa única estantería de libros que tenia la biblioteca ya que era la única forma de conocer otro mundo aunque fuese solo un pequeño instante.
Lo malo era que todo terminaba al punto de las cinco de la tarde la hora en que se retiraba ese dulce anciano al que todos llamaban Tom aunque realmente el no se llamara de ese modo. ─Deberías irte muchacho, ya es algo tarde y de seguro te estarán esperando en casa─ afirmaba con su voz tan apacible Tom─ Lo dudo realmente, es mas creo que yo deberé de preparar de comer─.
Y en fin, no tuve otra opción que salir del único lugar que realmente amaba hasta ese momento de mi vida y sali nuevamente a las transitadas calles de esta estrepitosa ciudad en la que estaba atrapado, posiblemente sera el añoro que le tengo a una ciudad como México, mas interrumpiendo mis envueltos pensamientos se avecina la realidad.
Al pasar nuevamente por esa escuela de empresarios y ricos veo a una chica huyendo despavoridamente de esa escuela y pareciese que sin saberlo cruza la calle llena de carros, mas al darse cuenta de donde estaba se congelo casi al llegar al extremo donde me encontraba. No lo pensé ni dos segundos para jalarla hacia mi y por ende salvarla. Mas al hacerlo nunca creí que ella me cambiaría para siempre...
To be continued?...
Lo malo era que todo terminaba al punto de las cinco de la tarde la hora en que se retiraba ese dulce anciano al que todos llamaban Tom aunque realmente el no se llamara de ese modo. ─Deberías irte muchacho, ya es algo tarde y de seguro te estarán esperando en casa─ afirmaba con su voz tan apacible Tom─ Lo dudo realmente, es mas creo que yo deberé de preparar de comer─.
Y en fin, no tuve otra opción que salir del único lugar que realmente amaba hasta ese momento de mi vida y sali nuevamente a las transitadas calles de esta estrepitosa ciudad en la que estaba atrapado, posiblemente sera el añoro que le tengo a una ciudad como México, mas interrumpiendo mis envueltos pensamientos se avecina la realidad.
Al pasar nuevamente por esa escuela de empresarios y ricos veo a una chica huyendo despavoridamente de esa escuela y pareciese que sin saberlo cruza la calle llena de carros, mas al darse cuenta de donde estaba se congelo casi al llegar al extremo donde me encontraba. No lo pensé ni dos segundos para jalarla hacia mi y por ende salvarla. Mas al hacerlo nunca creí que ella me cambiaría para siempre...
To be continued?...